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Ya sea en reforma o en obra nueva, uno de los grandes dilemas al afrontar un proyecto de este tipo es la elección del suelo. La cerámica (con sus múltiples posibilidades) y la madera (ya sea maciza, parquet o tarima flotante) son las opciones más habituales y la decisión de optar por uno u otro material no siempre es fácil. Así que nos enfrentamos a la gran duda: ¿Cerámica o madera?
Si atendemos a los criterios estéticos, los defensores de los suelos de madera suelen aludir a la calidez visual que proporciona este tipo de material. No obstante, la cerámica ha evolucionado mucho los últimos años y hoy en día existen múltiples opciones que imitan a la perfección superficies naturales como la madera hasta el punto de que incluso las juntas resultan casi imperceptibles. Vemos, pues, que el criterio estético no es suficiente, ya que se pueden obtener resultados muy similares con los dos materiales.
La clave para elegir cerámica o madera, por tanto, estará tanto en las características del proyecto como en el uso que se le vaya a dar al espacio. Y es precisamente ahí donde la cerámica ofrece muchas más opciones. Por su resistencia, durabilidad y variedad de estilos y formatos, la cerámica es siempre decisión acertada para cualquier tipo de vivienda. Mientras que las superficies de madera son mucho más delicadas (no son extrañas las señales y marcas, los cambios de color por el sol o los abombamientos por un escape de agua), el mantenimiento de los suelos cerámicos es mucho más sencillo y la vida útil del material mucho más prolongada.
Visto lo visto, parece obvio que la cerámica es la superficie que se adapta a más tipos de proyectos. Veamos por qué.
Y si la cerámica y la madera se unen en un solo producto como son las colecciones de maderas de Cifre Cerámica, la solución parece mucho más sencilla
Este es nuestro veredicto ¿Aún tienes dudas?